En esta meditación entras al centro de la Luz de la voluntad divina y desde ahí despiertas tu ser divino. En el centro de esta Luz te alineas al plan divino del universo y de tu vida. Tu energía se libera de limitaciones. El Amor divino despierta en ti y tu Luz interior comienza a revelarse, disolviendo los velos del ego. Las cualidades de la Luz que necesitas en estos momentos te son impartidas. La Luz despierta y transforma tus emociones a emociones suaves. Se desprenden los velos y comienza a disolverse tu ego. Tus deseos evolucionan, sueltas deseos que esconden tu verdadero sendero de Luz y te abres a la inspiración divina que hay en ti para que siempre desees aquello que esté en tu sendero de mayor Luz. Tu Luz interna se torna más brillante, sientes que tu sendero y tu misión y tu propósito están más reconocibles y claros en ti. Estando dentro del centro de la voluntad divina entras al espacio necesario para iluminar tu mente. La esencia de tu ser comienza a brillar e irradiar hacia tu entorno. Las profundidades de tu ser radiante, lleno de hermosura, amor y sabiduría sale a la superficie. La parte más profunda de tu ser se hace visible y estás consciente de que este ser divino es quien eres verdaderamente.